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La envidia es un sentimiento bajo y rastrero. Las personas envidiosas por lo general no se dan cuenta que albergan este tipo de sensaciones en su interior. Intentan, muchas veces disfrazar esos sentimientos que les corroe el alma con justificaciones de superación, es decir que ellos mismos se autojustifican explicándose, o explicando a algún interlocutor, que no es envidia, sino sanos deseos de superarse. ¡ Pobres almas ! Si ellos supieran la pena que despiertan en los demás, quienes se dan cuenta de sus actos y de sus sentimientos bajos escondidos bajo palabras halagüeñas o serviles en muchos casos. 

Estas personas son aquellas que con una mirada captan rápidamente lo nuevo, lo que has cambiado, se detienen a hacer un balance de los motivos que has tenido para avanzar en tus cosas y tratan por todos los medios de hacer lo mismo, aún cuando lo modifiquen un poco (cosa que no parezca copiado), y se largan a hacerlo, a comprarse algo como lo tuyo o a tener algo mejor, porque en definitiva lo que buscan es apropiarse de "algo" que no tienen.

Podríamos pensar que buscan tener lo mismo que tú: un auto, una casa o un objeto, etc, pero no. En definitiva las personas envidiosas lo que buscan es la destrucción de aquello que los supera, es decir que reconocen a hurtadillas y en su silencio que a quien envidian, los supera. Por lo tanto lo que buscan es apropiarse de esa capacidad legítima que tienes, buscan destacarse ante los demás haciendo creer que ellos son los únicos y maravillosos seres que pueden hacer algo digno de mostrar ante el mundo social. Están tan impregnados de malicias sociales y vicios adquiridos en una sociedad enferma de posesiones que no se detendrán ni siquiera ante la crítica objetiva.

O sea que, por más que alguien, con su mejor buena voluntad les explique su accionar, jamás reconocerán sus actos de envidia, puesto que en la asimilación de un error lo disfrazan tal como la sociedad enseña a disfrazar los defectos, con los vestidos de la legítima autodefensa.

Por lo tanto, es inútil tratar de convencer a un envidioso a que estime sus propias capacidades sin mirar de soslayo a su vecino para tener lo mismo que él. Es inútil luchar con gente asi, lo mejor será tomar una considerable distancia sin que medie ninguna razón de desagrado, no demostrarles nunca que nos hemos dado cuenta de sus sentimientos bajos y rastreros. No contarles jamás nuestros más preciados proyectos, no mostrarles absolutamente nada que sepamos ellos puedan envidiar, porque sin que se den cuenta, lanzan una mirada, un respiro viciado de negatividad que puede malograr todo lo que hayamos hecho o adquirido.

Porque la envidia es como el hollín, ensucia todo lo que toca y a quien esté cerca. Pero en definitiva esa suciedad se volcará en cualquier momento sobre sus propios caminos y deberán enfrentarse ante lo que ellos mismos han creado. No temas. El sol sale para todos, aún para esos seres, la única diferencia que hay entre tú y la "envidia" es que te has dado cuenta a tiempo y los envidiosos quieren que sol salga solo para ellos. No te preocupes, toma el escudo de tu fe, vístete con el color de la indiferencia y ante eso... sonríe con una silenciosa compasión.